¡Oh! verbo que
os habéis encarnado,
clavado en una
cruz,
sentado a la
diestra de Dios Padre,
yo os adoro por
vuestro santo nombre,
a la
pronunciación del cual,
todo hombre se
humilla.
Vos que
escucháis las súplicas
de todos los que
confían y creen en vos,
dignaos preservar
a esta criatura
__________ (aquí el nombre),
por vuestro
santo nombre,
por los fines y
la pureza con que dignasteis
a la Santísima
Virgen, vuestra Madre,
por las
súplicas, dignidades y virtudes
de todos los
Santos de Dios,
de todo ataque,
maléfico
por parte de los
demonios
y de los malos
espíritus,
vos que vivís y
reináis
con Dios Padre y
con el Espíritu Santo,
en unidad perfecta.
Amén
Aquí tenéis la cruz
de nuestro Señor Jesucristo,
(se señala la
cruz),
de la que
depende nuestra salud,
nuestra vida,
nuestra resurrección espiritual,
la confusión de
todos los demonios
y de los malos
espíritus.
Huid, pues,
marchad de aquí demonios,
enemigos
conjurados de los hombres,
en nombre de
Jesucristo,
porque yo os
conjuro, a vosotros,
demonios
infernales, espíritus malignos
cualquiera que
seáis,
presentes o
ausentes,
bajo cualquier
pretexto
que seáis
llamados o cambiados
por vuestra
voluntad o por fuerza,
por amenazas,
por artificio de
hombres o mujeres malas,
para morar o
habitar.
Yo os conjuro
otra vez,
por temerarios y
obstinados que seáis
de obedecer y
dejar esta criatura __________,
hechura de Dios,
y redimida por Dios
y perteneciente
a Dios.
Te lo mando por
el gran Dios viviente,
por el verdadero
Dios,
por el Dios
Santo,
por el Dios
Padre
por el Dios Hijo
y por el Dios
Espíritu Santo,
también Dios,
pero
principalmente por Jesús Autem,
por Jesús supeautem,
por superautem
Jesús,
por aquél que se
inmoló en Isaac;
fue vendido en
Joseph,
que siendo hombre
fue crucificado,
que ha sido como
degollado inocentemente
como un
corderito,
por la sangre de
Aquel que a su mandato
San Miguel
combatió con vosotros
y os ha vencido,
os ha hecho huir
cuando queríais
presentaros