Gloriosa Santa Mónica,
madre abnegada, maravilloso ejemplo,
protectora de los niños, nuestros hijos:
En tus amorosos brazos yo deposito hoy mi hijo(a)
(mencionar aquí el nombre),
para su guarda y custodia
y para que por medio de tu poderosa intercesión
pueda alcanzar una verdadera devoción
a la Santísima Trinidad:
Dios Padre, Cristo Nuestro Señor
y al santo Espíritu,
un solo Dios verdadero que nos ha creado
y que entre nosotros habita.
A ti también apelo, madre de las madres,
para que pidas a Nuestro Señor
me conceda el mismo espíritu
de oración incesante que a ti te concedió
junto con la gracia de la abnegación,
sabiduría y discernimiento
a la hora de cuidar y educar a mi hijo.