¡Oh Madre de Dios!
Madre y Señora de todo lo creado,
Clementísima Madre de todos los pecadores,
que ostentáis el Sagrado Nombre de Guadalupe
por Vos confiamos lograr el perdón de nuestras culpas
ya que cuantos bienes tenemos
nos vienen por vuestra intercesión y misericordia,
y sois la esperanza de nuestra vidas.
Para Vos Señora, nada hay imposible ni difícil,
porque vuestro Divino Hijo os dio pleno dominio
y soberana potestad sobre todo el linaje humano,
redimido con su Preciosa Sangre.
¿Cuántos pecadores envejecidos
y desesperados de sus salvación
resucitaste de muerte a vida
por medio de vuestra prodigiosa imagen
de Santísima Virgen y Madre de Guadalupe?
Madre Dulcísima volved a nosotros
esos tus ojos misericordiosos,
mirad Señora alrededor de Vos
tantos devotos vuestros
y de vuestra portentosa imagen de Guadalupe
que posponiendo los cuidados
y nuestras conveniencias temporales
acudimos a venerar a Nuestra Sagrada Madre,
y solicitar vuestra protección y patrocinio.
No nos lo neguéis Madre Amorosa,
pues sois toda piedad y misericordia
sin el más leve indicio de rigor.