Creo en ti Señor, mi fe es firme,
y te alabo porque me bendices a diario,
protegiéndome con amor de Padre,
dirigiéndome con tu sabiduría,
consolándome en mis desgracias,
nutriéndome con tu amor.
Te adoro con todo mi corazón
y te deseo como mi fin último,
porque tu eres Alfa y Omega,
principio y fin de todas las cosas,
y junto a ti he de regresar al final de mis días.
Te ofrezco Señor todos mis sufrimientos
para padecerlos por Ti,
y te pido tu ayuda en mi aflicción
para que no me atrape en sus redes el demonio,
para que no me atrape en sus redes el demonio,
pues grande mi desesperación
y el maligno siempre se aprovecha de ella,
creando engaño y confusión en las almas.
Te ruego, Señor, ilumina mi entendimiento,
inflama mi voluntad, purifica mi corazón,
y dame soluciones en este momento de crisis.