Amantísimo dueño mío Jesús,
el mas hermoso entre todos los hombres,
rostro divino en el que se miran
los ángeles y los bienaventurados
y con inefable alegría,
cantan tus alabanzas.
Damos gracias a tu dulcísima Madre, María,
Santísima Señora nuestra,
por haberte dado a luz,
y te pedimos nos concedas,
piadosísimo Señor,
por los méritos de vuestra pasión y muerte,
y por los méritos, de vuestra Santísima Madre,
protección, ayuda y consuelo,
cuando el camino de la vida
se nos haga difícil y tortuoso.
Continuar leyendo...