Nos dirigimos en nuestras necesidades
a Cristo bendito Madre, María,
porque sabemos que nuestro Señor,
como su obediente y amoroso hijo,
no puede negarle nada.
También, nos dirigimos con confianza
a ti, Santísima Virgen como
"consuelo de los afligidos",
"la ayuda de los cristianos",
"salud de los enfermos", y
"Virgen poderosa."
Virgen y Madre María
que rogaste por nosotros mientras
permanecías atormentada al pie de la Cruz,
y mantuviste tu santa fe
orando con sus apóstoles y discípulos.
Así, también, te rogamos
que estés cerca de nosotros
cuando nos dirigimos a ti
Nuestra Señora Virgen y Madre,
ampáranos, consuélanos, protégenos,
porque nunca nadie ha oído
que tan Celestial Madre
deje a sus hijos en el abandono.
Tú, que ruegas a Dios por nuestros pecados,
socórrenos, Señora Nuestra,
danos tu bendición desde el Cielo,
y acude en ayuda de nuestras peticiones.
(hacer la petición)
Danos el consuelo y la paz,
por los siglos de los siglos.
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