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miércoles, 26 de noviembre de 2014

AL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SED PARA PEDIRLE SOCORRO Y AYUDA


Pues sediento y lastimado
estáis en la Cruz, Señor.
Socorrednos, Redentor,
de la Sed, Cristo sagrado.

Con el dichoso renombre
de la Sed sois venerado,
pálido y ensangrentado
para que se pasme el hombre;
y al veros tan Lastimado
os llame y pida favor.

Muy justo es que se venere
vuestra imagen singular,
y que todo este lugar
en vuestro culto se esmere;
pues que el cielo nos lo ha dada,
llamemos al Salvador.
 
 
Vuestra imagen nos dio el cielo
con pasmosas maravillas
para que logre esta Villa,
invocándoos, el consuelo;
acuda el desconsolado,
pidiéndole con fervor.

No pareciéndoos bastante
lo que por el hombre hiciste,
que tenías sed dijiste,
siendo sed de fino amor,
para que el hombre, apiadado,
la apague con el dolor.

¿Quíen no se pasma y le pesa,
al veros que por el ojo
envuelto entre el arrojo,
una espina os atraviesa?
Pues le ves tan mal tratado,
llega y dile, pecador.

Cuando vuestra protección
imploramos afligidos
y con llantos y suspiros
os sacan en procesión,
de vuestra ira aplacado
dais muestra de gran amor.

En cualquier tribulación
el pueblo a Vos os invoca,
y a vuestros pies se colocan
implorando protección;
siempre queda socorrido
el que os pide con fervor.

Si Gaibiel se halla afligido
de la seca y desconsuelo,
Vos, enlutando ese cielo,
le dais agua y le dais vida;
la experiencia lo ha mostrada
al tener tal protector.

Lleguemos con devoción
a pedirle, muy contritos,
que a las culpas y delitos
nos dé este Señor perdón,
y habiéndonos perdonado,
nos comunique su amor.

Pues vuestro auxilio ha implorado
este pecador, Creador.
Socorredme, Redentor
de la Sed, Cristo sagrado.
 
 
 


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