Festividad el 5 de Febrero
¡Oh gloriosa virgen santa Águeda!
humilde esclava del Señor de los señores
y magnánima apreciadora de su humildad.
Os ruego humildemente, me alcancéis
de vuestro dulce Esposo
un corazón muy humilde
y al mismo tiempo magnánimo,
que aprecie sobre todo lo creado
la gracia que mi señor Jesucristo
me mereció con el precio infinito
de su divina sangre.
Abogada os considero
de los verdaderos humildes,
así como lo mostrasteis premiando
a una devota y humilde mujer,
que veneraba en su casa
vuestras sagradas reliquias,
y ensordeciendo dolorosamente a otra,
que con soberbia dijo,
no quería ir a vuestro sepulcro
a daros culto y veneración.
Haced, Santa mía,
que mis palabras, obras y traje
respiren y rebosen humildad;
y dadme una solución
para las necesidades que sufro,
que son urgentes y graves,
ya que Vos por generosa gracia,
siempre atendisteis a los necesitados
prestando protección y ayuda,
y asimismo sea mi corazón
tan magnánimo, que pierda,
si necesario fuere,
hasta la vida por mantener
la gracia de Dios, con la cual
alcance la eterna bienaventuranza.
Amén.
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