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Míranos, ¡oh, Milagrosa!
Míranos, Madre de amor.
Míranos, que tu mirada
nos dará la salvación.
Es a ti Madre querida
a quien deseo agradar
y cuando esté afligida
a quien deseo encontrar.
Son tus ojos los luceros
que en la noche de dolor,
dan aliento y esperanza
al humano corazón.
De tus manos extendidas
brotan rayos de fulgor:
son las gracias escogidas
que a tus hijos da el Señor.
que en la noche de dolor,
dan aliento y esperanza
al humano corazón.
De tus manos extendidas
brotan rayos de fulgor:
son las gracias escogidas
que a tus hijos da el Señor.
En tan poderosas manos
encuentra el enfermo salud,
ya sea el pobre o el poderoso
a todos llega su luz.
Dame consuelo Madre,
salud, amor, paz y sustento,
para que en Ti encuentre
mi cobijo y protección.
¡Milagrosa! la plegaria
que a ti sube con amor,
a nos, vuelva transformada
en celeste bendición.
Te coronan las estrellas
con un nimbo de esplendor:
eres Reina de belleza,
de bondad y de perdón.
que a ti sube con amor,
a nos, vuelva transformada
en celeste bendición.
Te coronan las estrellas
con un nimbo de esplendor:
eres Reina de belleza,
de bondad y de perdón.
Madre mía Milagrosa,
tu medalla llevo siempre,
para honrarte con fe ciega
según pediste una vez.
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