En cinco letras grabado,
de María el dulce nombre,
si en ellas contempla el hombre,
se quedara embelesado:
Este compuesto sagrado,
quien se ponga a meditar,
bien seguro podrá estar,
que encontrara cualquier gracia,
Socorro en toda desgracia,
Y cuanto él, pueda esperar.
de María el dulce nombre,
si en ellas contempla el hombre,
se quedara embelesado:
Este compuesto sagrado,
quien se ponga a meditar,
bien seguro podrá estar,
que encontrara cualquier gracia,
Socorro en toda desgracia,
Y cuanto él, pueda esperar.
Es Mar de Misericordia
y el astro mas Refulgente,
La Reina más excelente,
Iris de Paz y Concordia.
Contraria de la discordia,
y Aurora que alegra el día.
Todo, todo lo es MARIA,
sus virtudes pues loemos.
Por cada Letra recemos,
la sagrada Ave-María.
Tus consuelos fueron
la alegría de mi alma.
Si Esther con su hermosura,
daba a su Pueblo consuelo
Tú lo das a todo el suelo,
con tus rayos de luz pura.
Siendo Tú del afligido
el verdadero consuelo,
te suplico con anhelo,
quede por ti socorrido.
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Si Esther con su hermosura,
daba a su Pueblo consuelo
Tú lo das a todo el suelo,
con tus rayos de luz pura.
Siendo Tú del afligido
el verdadero consuelo,
te suplico con anhelo,
quede por ti socorrido.
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Alma mía pide a Dios,
de tus males el remedio,
interponiendo por medio,
A la Virgen del Socorro.
Si a todo el que a ti recurrió,
infundiste agua viva,
Socórreme compasiva,
y seas mi medianera.
Socorre Tú al miserable
a los débiles, ayuda,
que tu abrazas no hay duda,
al que se halla inconsolable.
¡Por el Pueblo, Madre amable!
no ceses, no de rogar,
y al Ministro del altar
le seas su intercesora,
a la Mujer, protectora,
y al que te procure, amar.
de tus males el remedio,
interponiendo por medio,
A la Virgen del Socorro.
Si a todo el que a ti recurrió,
infundiste agua viva,
Socórreme compasiva,
y seas mi medianera.
Socorre Tú al miserable
a los débiles, ayuda,
que tu abrazas no hay duda,
al que se halla inconsolable.
¡Por el Pueblo, Madre amable!
no ceses, no de rogar,
y al Ministro del altar
le seas su intercesora,
a la Mujer, protectora,
y al que te procure, amar.
Dígnate, te alabe Virgen Sagrada,
y mi alma de tu amor quede abrasada.
ORACIÓN
¡Oh Señor Omnipotente!
Al fiel que con gozo nombre,
de María el dulce Nombre,
Tenlo !Oh Dios! siempre presente:
Y de la infernal serpiente,
presérvalo cual desea,
y a su alma hermosea.
Porque en la Santa ciudad,
por toda una Eternidad,
Goce de ti.
Así sea.
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