Señor Jesucristo, Divino y Justo Juez
de vivos y muertos.
Eterno Sol de Justicia Encarnado
en el Casto Vientre de la Virgen María,
por la salud del linaje humano.
Justo Juez, Creador del Cielo y de la Tierra,
y muerto en la Cruz por mi amor:
Tú, que fuiste envuelto en un Sudario
Tú, que fuiste envuelto en un Sudario
y puesto en un Sepulcro
del que al tercer día Resucitaste,
Vencedor de la muerte y del infierno,
Vencedor de la muerte y del infierno,
Justo y Divino Juez,
oye mis súplicas que Te hago
para _______
Atiende a mis ruegos,
Atiende a mis ruegos,
escucha mis peticiones,
y dales favorable despacho.
Tu Voz Imperiosa serenaba las tempestades,
sanaba a los enfermos
Tu Voz Imperiosa serenaba las tempestades,
sanaba a los enfermos
y resucitaba a los muertos,
como a Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
como a Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
El Imperio de Tu Voz
ponía en fuga a los demonios,
haciéndolos salir
de los cuerpos de los poseídos
y daba vista a los ciegos,
habla a los mudos,
oído a los sordos
y perdón a los pecadores,
como a la Magdalena
y al paralítico de la piscina.
Tú Te hiciste invisible a los enemigos.
Te suplicamos, Señor Jesús,
¡Oh, Jesucristo, Justo y Divino Juez!
Esta oración es muy eficaz para librarse de enemigos, persecuciones, guerras, prisiones, pestes y toda clase de peligros como lo demuestra la experiencia de más de tres siglos. Con ella los Cristianos recobraron los Lugares Santos, sin que pereciera ni uno solo de los que rezaban con devoción y fe esta oración.
Tú Te hiciste invisible a los enemigos.
A Tu Voz retrocedieron,
cayendo por tierra en el Huerto,
los que fueron a aprisionarte.
Y cuando expirabas en la Cruz,
a Tu Poderosa Voz se estremecieron los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro
y lo sacaste de ellas sin ser visto
por la guardia de Herode
s.
s.
Tú salvaste a Dimas,
el ladrón arrepentido,
y perdonaste a la adúltera.
Te suplicamos, Señor Jesús,
Justo Juez,
que liberes a _______
de todo enemigo visible e invisible.
de todo enemigo visible e invisible.
La Sábana Santa
en que fuiste envuelto nos cubra;
Tu Sagrada Sombra nos esconda;
el Velo que cubrió Tus Ojos,
ciegue a los que nos persiguen;
y los que nos deseen el mal,
ojos tengan y no nos vean;
pies tengan, y no nos alcancen;
manos tengan, y no nos tienten;
oídos, y no nos oigan;
lengua tengan, y no nos acusen;
y sus labios enmudezcan en los tribunales,
cuando intenten perjudicarnos.
¡Oh, Jesucristo, Justo y Divino Juez!
Favorécenos en toda clase
de angustias y aflicciones,
lances y compromisos,
y haz que al invocarte y aclamar
al Imperio de Tu Poderosa y Santa Voz,
llamándote en nuestro auxilio,
las prisiones se abran,
las cadenas y los lazos se rompan,
los grillos y las rejas se quiebren,
los cuchillos se doblen y toda arma
que sea forjada en contra de _______
se embote e inutilice.
Ni los caballos nos alcancen,
se embote e inutilice.
Ni los caballos nos alcancen,
ni los espías nos miren ni nos encuentren.
Tu Sangre nos bañe,
Tu Manto nos cubra,
Tu Mano nos bendiga,
Tu Poder nos oculte,
Tu Cruz nos defienda,
y sea nuestro Escudo en la vida
y en la hora de nuestra muerte.
¡Oh! Justo Juez, Hijo del Eterno Padre,
¡Oh! Justo Juez, Hijo del Eterno Padre,
Quien con Él y con el Espíritu Santo
eres Un Solo Dios Verdadero.
¡Oh! Verbo Divino, hecho Hombre:
Yo Te suplico cubras a _______
con el Manto de la Santísima Trinidad,
para que, libres de todos los peligros,
glorifiquemos Tu Santo Nombre.
Amén.
Esta oración es muy eficaz para librarse de enemigos, persecuciones, guerras, prisiones, pestes y toda clase de peligros como lo demuestra la experiencia de más de tres siglos. Con ella los Cristianos recobraron los Lugares Santos, sin que pereciera ni uno solo de los que rezaban con devoción y fe esta oración.
Esta oración fue encontrada grabada en una plancha de oro en el Monte Calvario; enterrada junto al peñasco en que se fijó la Cruz de nuestro Señor Jesucristo. La descubrió el Príncipe Godofredo Boullón en la guerra que emprendió contra los mahometanos, para rescatar los Santos Lugares de Jerusalén. Con esta oración, el citado Príncipe, se hizo invisible en varios encuentros que tuvo con los Turcos, y lo mismo su cristiano ejército.
Vencieron a millón y medio de impíos mahometanos, siendo ellos solamente trescientos soldados cristianos.
1 comments:
JUSTO JUEZ, APIADATE DE MI.
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