Yo sé que curas la profunda herida
del corazón que vive suspirando,
y que todos tus nombres son iguales
para endulzar las penas y el quebranto.
Unos te llaman Madre de mercedes,
pues das la libertad a los esclavos,
otros a ti se acogen, dulce Madre,
porque dicen que son desamparados.
Y con aquellos nombres y mil otros
que engendran dulce admiración y encanto,
abogada constante de los hombres
te aclama el mundo desde Oriente a ocaso.
Y yo, infeliz, que en el mundo corro
sufriendo de la vida el desengaño,
y que bárbara suerte me ha oprimido
desde que vi de luz el primer rayo,
también a ti me acojo, y a tus plantas
vengo a verter de la desgracia, el llanto,
y llego a ti con la cabeza humilde,
la frente mustia, el corazón confiado.
del corazón que vive suspirando,
y que todos tus nombres son iguales
para endulzar las penas y el quebranto.
Unos te llaman Madre de mercedes,
pues das la libertad a los esclavos,
otros a ti se acogen, dulce Madre,
porque dicen que son desamparados.
Y con aquellos nombres y mil otros
que engendran dulce admiración y encanto,
abogada constante de los hombres
te aclama el mundo desde Oriente a ocaso.
Y yo, infeliz, que en el mundo corro
sufriendo de la vida el desengaño,
y que bárbara suerte me ha oprimido
desde que vi de luz el primer rayo,
también a ti me acojo, y a tus plantas
vengo a verter de la desgracia, el llanto,
y llego a ti con la cabeza humilde,
la frente mustia, el corazón confiado.
A tus plantas me postro, Virgen pura,
y me acojo debajo de tu manto,
y te pido el consuelo que en el mundo
busco con tanto anhelo y busco en vano.
Atiéndeme piadosa y no deseches
el ruego humilde que hasta ti levanto,
pídele al Hijo de tu amor, Señora,
que por tu amor perdone mis pecados.
y me acojo debajo de tu manto,
y te pido el consuelo que en el mundo
busco con tanto anhelo y busco en vano.
Atiéndeme piadosa y no deseches
el ruego humilde que hasta ti levanto,
pídele al Hijo de tu amor, Señora,
que por tu amor perdone mis pecados.
Amén.
Hacer una petición a la Virgen de los Desamparados,
con fe y confianza de que será escuchada,
por muy desesperada que esta sea.
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