Si callas solo un pecado,
aunque digas un millón,
no vale tu confesión
y quedarás condenado.
El que veneno, o serpiente
inadvertido bebió,
presto morirá, si no
los vomita diligente:
Así tu, si este pecado
no arrojas del corazón; no;
El demonio, que es traidor,
para podernos vencer,
suele vergüenza poner
en el pobre pecador;
si no rompes el candado
de tan infame prisión: no.
Ningún reparo ha de haber
en decir tu culpa, o vicio,
pues el día del Juicio
todos lo hemos de saber
si no vas determinado
a declarar tu pasión: no.
Los que abren su conciencia,
y llegan arrepentidos,
serán de los escogidos
en la ultima sentencia,
más si callas obstinado,
y no logras la ocasión: no.
¿Si vergüenza no tuviste
cuando quisiste pecar,
porque al irte a confesar
vienes con vergüenza triste?
Si te hallas embarazado
para abrir tu corazón: no.
Mira que el tiempo inconstante
Se pasa, y no te ha de dar
Tal vez para confesar
de prevención ni un instante.
Yá Dios te deja avisado:
si callas con dilación: no.
Deja pues los embarazos,
¡Y llega alma a confesar:
que el Confesor no ha de hablar!
aunque le hagan mil pedazos;
si no llegas preparado,
ni vences tu confusión: no.
Si confiesas tu pecado
con verdad y contrición,
alcanzarás el perdón,
si no, saldrás condenado;
el demonio te ha engañado,
si ocultas algún borrón: no.
con verdad y contrición,
alcanzarás el perdón,
si no, saldrás condenado;
el demonio te ha engañado,
si ocultas algún borrón: no.
Esta copla la acostumbran a cantar en sus misiones
los Padres Misionistas del Convento
de Nuestra Señora del Pilar
de las Montañas de Xaca,
del Real Orden de Nuestra Señora de la Merced
Redención de Cautivos Cristianos.
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