Gozos de Santa Casilda, especialísima abogada
contra todo flujo de sangre, esterilidades,
caídas, precipicios y otras enfermedades,
así como para protección de las cosechas
y contra truenos y rayos.
contra todo flujo de sangre, esterilidades,
caídas, precipicios y otras enfermedades,
así como para protección de las cosechas
y contra truenos y rayos.
GOZOS
Pues que a la Luna menguante
Sofocaste, Sol hermoso,
Despreciando el decoroso,
Coronado Real Turbante,
siendo tu aliento bizarro,
columna de luz flamante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Sofocaste, Sol hermoso,
Despreciando el decoroso,
Coronado Real Turbante,
siendo tu aliento bizarro,
columna de luz flamante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Empezaron con tu edad
milagrosos los favores,
convirtiendo el pan en flores,
tu ferviente caridad,
y pues socorre a afligidos
ese corazón amante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
milagrosos los favores,
convirtiendo el pan en flores,
tu ferviente caridad,
y pues socorre a afligidos
ese corazón amante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Con milagro grande oíste
de tu Esposo el llamamiento
y no con menor portento
su divina luz seguiste,
y pues con Jesús logró
tu fina Fe desposarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
No atajaron a tu vuelo,
de un padre sollozos finos,
y así emprendiste caminos
muy seguros para el Cielo,
y pues que truenos y rayos
con tu virtud serenaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Cual cisterna de Belén,
una estrella refulgente,
los lagos de San Vicente
te mostró para tu bien,
y pues de la sangre lluvia
en ellos salud cobraste:
de tu Esposo el llamamiento
y no con menor portento
su divina luz seguiste,
y pues con Jesús logró
tu fina Fe desposarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
No atajaron a tu vuelo,
de un padre sollozos finos,
y así emprendiste caminos
muy seguros para el Cielo,
y pues que truenos y rayos
con tu virtud serenaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Cual cisterna de Belén,
una estrella refulgente,
los lagos de San Vicente
te mostró para tu bien,
y pues de la sangre lluvia
en ellos salud cobraste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Despreciando la grandeza,
que te acompaño ostentosa,
quedaste Casilda, hermosa,
Sola y pobre en la aspereza,
y pues que entre tantas piedras,
fue tu corazón diamante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
No el Templo de Salomón,
si una ermita de los Cielos,
fabricaron tus desvelos,
por retiro de oración,
y pues ángeles vinieron
en tu erección a ayudarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Como otro Elías si, al Cielo
tus méritos te llevaron,
en tu cuerpo nos dejaron
nuevo Espíritu de consuelo,
y pues que ya en este reino
mas feliz te coronaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Nadie ha llegado afligido
a quien no hayas consolado,
nadie tu amparo ha implorado,
que no le haya conseguido,
de sangre lluvia en los Lagos
el remedio nos dejaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Cuantos Reyes, y Señores,
pobres, y ricos lograron
la sucesión, que impetraron
a expensas de tus favores,
y pues tantos desahuciados
a la salud recobraste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Ceres hermosa, y ufana
sois, que aumentáis las cosechas,
y en las tormentas desechas
la Mecenas Burebana,
y pues que tu nombre solo
serena el Cielo al mirante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
La devoción mas profunda
en la Novena desea,
que con Prodigios se vea
la razón con que la funda,
y pues es el mejor modo
Santa mía de empeñarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
devoto llega a implorarte.
Despreciando la grandeza,
que te acompaño ostentosa,
quedaste Casilda, hermosa,
Sola y pobre en la aspereza,
y pues que entre tantas piedras,
fue tu corazón diamante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
No el Templo de Salomón,
si una ermita de los Cielos,
fabricaron tus desvelos,
por retiro de oración,
y pues ángeles vinieron
en tu erección a ayudarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Como otro Elías si, al Cielo
tus méritos te llevaron,
en tu cuerpo nos dejaron
nuevo Espíritu de consuelo,
y pues que ya en este reino
mas feliz te coronaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Nadie ha llegado afligido
a quien no hayas consolado,
nadie tu amparo ha implorado,
que no le haya conseguido,
de sangre lluvia en los Lagos
el remedio nos dejaste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Cuantos Reyes, y Señores,
pobres, y ricos lograron
la sucesión, que impetraron
a expensas de tus favores,
y pues tantos desahuciados
a la salud recobraste:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
Ceres hermosa, y ufana
sois, que aumentáis las cosechas,
y en las tormentas desechas
la Mecenas Burebana,
y pues que tu nombre solo
serena el Cielo al mirante:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
La devoción mas profunda
en la Novena desea,
que con Prodigios se vea
la razón con que la funda,
y pues es el mejor modo
Santa mía de empeñarte:
Ruega Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.
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