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domingo, 24 de junio de 2018

BENDICIONES DEL PAN Y LOS LIRIOS DE SAN ANTONIO DE PADUA


Es costumbre en la fiesta de San Antonio de Padua bendecir dos sacramentales en particular: el pan (sacramental más conocido) y los lirios, símbolo de la virginidad del Santo Taumaturgo.

La bendición del pan está ligada al milagro de la resurrección del pequeño Tomasito en 1231:

 
Dejado incautamente por la madre junto a un recipiente lleno de agua, el niño se ahoga. Cuando la mujer se acuerda y regresa a casa, la cabeza de su hijo está ahora sobre el fondo del recipiente; y ella llama por ayuda, acudiendo los vecinos y algunos frailes.
 
No había nada que hacer: el pequeño de solo 20 meses es sacado de la cubeta rígido y muerto. La madre, sin resignarse a la situación, hace voto de distribuir a los pobres la cantidad de trigo correspondiente al peso del niño, si Antonio lo resucita.

Los padres prometían a San Antonio tanto pan como el peso de sus chiquillos, para que los protegiera de las epidemias y de otros males. La práctica, disminuyó en la edad media y después desapareció.
 
 

Sólo hacia finales del siglo XIX renació, por mérito principalmente del padre Antonio Locatelli (1839-1902), difundiéndose en todo el mundo, hasta el punto de que en muchas iglesias, junto a la imagen o estatua de San Antonio, se encuentra la cajita con el letrero: «Pan de San Antonio».

A continuación las dos bendiciones, en español y en latín, que están tomadas del Ritual Romano Tradicional.
 
BENDICIÓN DEL PAN
 
El Sacerdote dice:

℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.

℟. Qui fecit cœlum et terram.

℣. Dóminus vobíscum.

℟. Et cum spíritu tuo.

Orémus.

ORACIÓN

Oh Señor Jesucristo,
pan de los Ángeles
y pan vivo de la vida eterna,
dígnate bendecir este pan
(o estos panes)
 como bendijiste
los cinco panes en el desierto:
 
Para que cuantos gusten de él,
por la intercesión
del bienaventurado San Antonio
tu Confesor y Doctor,
obtengan la salud de alma y cuerpo.
 
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
 
Amén.

Dómine Jesu Christe,
panis Angelórum,
panis vivus ætérnæ vitæ, bene✠
dícere dignáre panem istum
(vel panes istos),
sicut benedixísti
quínque panes in desérto:
 
Ut omnes ex eo gustántes,
beáto António Confessóre tuo
atque Doctóre intercedénte,
inde córporis et ánimæ
percípiant sanitátem:
 
Qui vivis et regnas in sæcula sæculórum.
 
Amen

Luego el Sacerdote asperja los panes con agua bendita.


BENDICIÓN DE LOS LIRIOS

El Sacerdote dice:

℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.

℟. Qui fecit cœlum et terram.

℣. Dóminus vobíscum.

℟. Et cum spíritu tuo.

Orémus.

ORACIÓN

 Oh Dios, creador
y conservador del género humano,
amador de la santa pureza,
 dador de toda gracia espiritual
y concesor de eterna salvación,
bendice estos lirios que,
en rendimiento de gracias,
te presentamos en honor de
tu Confesor San Antonio,
y pedimos les bendigas.
 
Por medio del salvífico signo
de la Santa Cruz,
infunde sobre ellos tu rocío celeste.
 
En tu bondad los has dado al hombre
como olor suavísimo
y para alejar las enfermedades,
llénalos de tal virtud y confírmalos
para que, obrando contra cualquier enfermedad
o conservados en las casas o en otros lugares,
o llevados con devoción,
por la intercesión de tu siervo Antonio,
huyan los demonios,
impartan una salutífera continencia,
alejen las enfermedades,
y obtengan paz y gracia
a todos los que fielmente te sirven.
Por Jesucristo nuestro Señor.
 
Amén.

Deus, Creátor
et Conservátor géneris humáni,
sanctæ puritátis amátor,
dator grátiæ spirituális
et largítor ætérnæ salútis,
bene✠dictióne tua sancta,
béne✠dic hæc lília,
quæ pro grátiis exsolvéndis,
in honórem sancti Antónii Confessóris tui,
súpplices hódie tibi præsentámus,
et pétimus benedíci.
 
Infúnde illis, salutári signáculo
sanctíssimæ ✠ Crucis,
rorem cœléstem.
 
Tu benigníssime,
qui ea ad odóris suavitátem,
depellendásque infirmitátes,
humáno úsui tribuísti;
tali virtúte reple et confírma,
ut quibuscúmque morbis adhíbita,
seu in dómibus locísque pósita,
vel cum devotióne portáta fúerint,
intercedénte eódem fámulo tuo António,
fugent dǽmones,
continéntiam salutárem indant,
languóres avértant,
tibíque servientiéntibus pacem,
et grátiam concílient.
 
Per Christum Dóminum nostrum.
 
Amen.

El Sacerdote asperja los lirios
con agua bendita diciendo la antífona Aspérges:

Antíphona:
 
Aspérges me, Dómine,
hyssopo et mundábor:
lavábis me, et super nivem dealbábor.

℣. Ora pro nobis, beáte Antóni.

℟. Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.

ORACIÓN

Te suplicamos, Señor,
que la devota y constante invocación
que dirigimos a tu insigne confesor San Antonio,
sostenga a tu pueblo,
y nos haga dignos de tu gracia
en esta vida presente,
y nos asegure en el futuro
la felicidad eterna.
 
Por Jesucristo nuestro Señor.
 
Amén.

Subvéniat plebi tuæ,
quǽsumus, Dómine,
præclári Confessóris tui
 beáti Antónii devóta et jugis deprecátio:
 
quæ in præsénti nos tua grátia
dignos effíciat,
et in futúro gáudia donet ætérna.
 
Per Christum Dóminum nostrum.
 
Amen.

Acto seguido, el Sacerdote distribuye los lirios a los fieles.

 

 

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