Si con Dios vuestra amistad
os sube a tan gran privanza,
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
Desde vuestros tiernos años
supisteis quién era el mundo,
pues vuestro saber profundo
menospreció sus engaños.
Si en la divina amistad
jamás hicisteis mudanza:
os sube a tan gran privanza,
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
Desde vuestros tiernos años
supisteis quién era el mundo,
pues vuestro saber profundo
menospreció sus engaños.
Si en la divina amistad
jamás hicisteis mudanza:
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
Vuestra sencilla intención
si fue limpia y fervorosa,
claro se vio en Zaragoza
por vuestra predicación,
pues sois en la caridad
Serafín de gran pujanza:
Vicente, su Majestad!
Vuestra sencilla intención
si fue limpia y fervorosa,
claro se vio en Zaragoza
por vuestra predicación,
pues sois en la caridad
Serafín de gran pujanza:
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
Muchos tormentos probó
en vos, Vicente, Daciano,
mas al fin trabajó en vano,
pues que jamás os venció,
que en su gran ferocidad
vuestra paciencia lo amansa.
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
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Vicente, su Majestad!
Muchos tormentos probó
en vos, Vicente, Daciano,
mas al fin trabajó en vano,
pues que jamás os venció,
que en su gran ferocidad
vuestra paciencia lo amansa.
¡que negará a mi esperanza,
Vicente, su Majestad!
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