Oh Gloriosísima Virgen Santa Gertrudis,
amante Esposa de Jesús,
a vos, Reina y Señora,
que así os llamó vuestro Esposo,
concediéndoos el favor
que cualquiera que con devota intención
orase a Su Majestad por medio de Vos,
conseguiría todo el fruto que creyere poder alcanzar
un hombre por la oración de otros.
A Vos, a quien ofreció Jesús,
que a quien prometieres algo
de la divina bondad en la tierra,
que lo tendría por bueno en el Cielo.
A Vos, a quien dijo Jesús,
erais el Templo y Altar de la Ley vieja,
el que servía para refugio de los delincuentes.
A Vos, quien llamó la amable Ester,
cuya hermosura era graciosa a sus divinos ojos,
os invoco, Santa mía, por Protectora y Abogada, representándoos todas las virtudes
que en Vos florecieron,
os suplico pidáis a nuestro Dios y Señor,
que yo os imite en ellas,
y logre por vuestra intercesión